Hemorroides y prevención

Las hemorroides son hereditarias y, en ocasiones, pueden provocar la intervención de un cirujano para su erradicación total.

Las hemorroides son venas del recto y del ano que tienen todas las personas, aunque unas son más proclives que otras a presentar inflamaciones. La irritación suele presentarse cuando pasan las heces fecales por el tracto retal, justo cuando roza los tejidos de la piel anal que se muestra muy sensible a su paso; problema que se agrava si además se padece de estreñimiento.

El café, licores, encurtidos picantes y otros alimentos "irritantes" o estimulantes, pueden agravar el problema; también pasar mucho tiempo sentado puede provocar su aparición y, en ciertos casos, agravar el problema; razón por la que los especialistas recomiendan no pasar más de cuatro horas en dicha posición. Y es que, la dolencia llega porque el ángulo que se forma en las rodillas y cadera impide el flujo sanguíneo normal lo que facilita la inflamación de la zona.

Las hemorroides se consideran hereditarias y afectan por igual a hombres y a mujeres, especialmente con edades comprendidas entre los 20 y 40 años. Por ello, los especialistas recomiendan realizarse un chequeo proctológico (endoscopia anal) cada año. Los síntomas suelen ser la aparición de inflamación, ardor, comezón, humedad irritativa, molestia imprecisa en el ano, picor continuado, aparición de hilos de sangre en las deposiciones y malestar general en la zona. Cuando las complicaciones llegan a niveles elevados, la única solución es la cirugía que extirpa toda la masa hemorroidal, en una operación que no es demasiado compleja ni requiere de postoperatorio especial.

Los especialistas recomiendan extremar la higiene de la zona y por ello señalan que el cuidado en el aseo es fundamental. No se recomienda el uso de papel higiénico ni jabones, porque el componente químico de estos productos eleva el riesgo de irritación.

Los médicos consideran esta inflamación como una enfermedad benigna y, por tanto, no ligada a ningún tipo de tumor, a pesar de que en patologías malignas (cáncer de recto), se manifiesta de la misma forma (sangre), de ahí la insistencia de contar con un buen diagnóstico que prevenga de lo peor.