Plantas medicinales de Perú

Si hablamos del cuchucho o la rosasisa, quizás a muy pocos les suene pero si aclaramos que se trata de dos plantas medicinales autóctonas de Perú, con no pocas propiedades beneficiosas para la salud, es entonces cuando se despierta nuestro interés por conocerlas.

Los conquistadores españoles que pusieron sus pies en América trajeron consigo a Europa gran cantidad de alimentos y plantas que no se conocían hasta la fecha en el Viejo Continente. Algunos, como la patata, fueron incorporados rápidamente a la sociedad europea del momento; otros, simplemente quedaron en el olvido o no cuajaron en nuestro "catálogo" habitual.

En el caso del cuchucho y la rosasisa, se trata de dos plantas que crecen en Perú y cuyas propiedades medicinales las convierten en un efectivo remedio natural contra ciertos males del organismo. Así, el cuchucho es un tubérculo originario del altiplano peruano, que crece en zonas húmedas. Es de aspecto muy similar al olluco y se le atribuye un alto valor nutricional, por lo que es muy apreciado como alimento en la zona. Su alto contenido en minerales como el calcio y potasio le confiere un valor proteínico superior incluso al de los cereales y, por ello, es utilizado comúnmente como alimento energético sólo comparable a la maca.

La rosasisa –también llamada marigol, flor del muerto, clavelón y cempasuchil- es una planta con gran capacidad de adaptación climática, por lo que puede encontrarse por todo el litoral peruano con gran profusión. Sus propiedades aportan grandes beneficios para la vista ya que contiene un elemento natural con grandes cantidades de luteína, erigiéndose como un gran antioxidante y protector de la retina. Además, su acción beneficiosa se extiende a otras parcelas del organismo, suele ser consumido en mates y actúa como relajante natural, además de ayudar a combatir fiebres altas.