El yacón, una planta mágica

El yacón es una planta arbustiva nativa de los Andes, y muy conocida por la población peruana prehispánica. Esta civilización valoraba el dulzor de sus raíces engrosadas, consumiéndola a modo de fruta fresca o después de exponerla al sol.

Esta planta perenne puede llegar a los 3 metros de altura. Cuenta con un máximo de 20 raíces carnosas, que pueden alcanzar hasta 25 centímetros de longitud, además de un sistema extensivo de delgadas raíces fibrosas.

El estudio químico y bromatológico de sus hojas ha revelado que, entre otros componentes, contiene un 11% de proteínas. Se parece a la batata o la papa pero su gusto hace recordar a la caña de azúcar.

La importancia del yacón está determinada básicamente por los compuestos químicos presentes en sus raíces y en sus hojas, que le confieren un uso medicinal y alimenticio.

La raíz comestible tiene un alto contenido de agua, entre un 83 y un 90 %. Asimismo, los hidratos de carbono presentes en estas raíces representan el 90 % de su peso seco. De estos hidratos, entre el 50 y el 70 % corresponden a fructooligosacáridos (FOS), que a diferencia de los azúcares comunes son resistentes a la digestión y además ayudan a recomponer la microflora intestinal.

Por eso, el yacón se utiliza contra la diabetes por su poder reductor de los niveles de glucosa, además de ayudar en el funcionamiento renal. Existen claros indicios experimentales que dan un sustento fisiológico a este uso, detectados por investigadores brasileños.