Tensión baja en el embarazo, ¿cómo subirla?
Causas y síntomas de tensión arterial baja en el embarazo
¿Estás embarazada y se te baja la tensión arterial? ¡Calma! Ante todo no te alarmes. Te diré no sólo por qué tienes la tensión baja en el embarazo, sino también cuáles son sus síntomas y qué puedes hacer. ¿Me acompañas?
Síntomas de tensión baja en el embarazo
Si está embarazada y se te baja la tensión arterial, es muy probable que te comiences a sentir mal y no sepas que es lo que ocurre. Sin embargo, no tienes de que preocuparte, ya que no reviste mayor gravedad. Los síntomas de tensión baja en el embarazo más frecuentes son:
- Mareos frecuentes y repentinos. Quizás te marees de repente y esto ocurra con relativa frecuencia, en particular durante el primer trimestre.
- Visión borrosa ocasional. Puede que por momentos, veas borroso y se te desdibujen los contornos.
- Zumbidos, también puedes sentir zumbidos en los oídos
- Desmayos, incluso puedes experimentar sensación de desmayo y pérdida del conocimiento.
- Cansancio y debilidad en las piernas.
- Vértigos cuando te levantas rápidamente.
- Somnolencia y dificultades para concentrarte.
¿Cuando es tensión baja?
En cualquier caso, para comprobar que dichos síntomas son atribuíbles a una bajada de tensión arterial, debes verificar que en efecto tu tensión arterial está baja. Pero, ¿cuándo se considera tensión baja?
Pues bien, en realidad esto depende mucho de cada persona, ya que puedes llegar a tener la tensión arterial relativamente baja, sin experimentar ningún síntoma. De todos modos, se dice que tienes tensión baja cuando la presión sistólica es inferior a 90 mm Hg y la diástólica está por debajo de 60 mm Hg.
¿Por qué baja la tensión durante el embarazo?
Las causas de tensión baja en el embarazo están relacionadas con diferentes factores:
- Aumento del calibre de los vasos sanguíneos. En efecto, el hecho de que el sistema circulatorio se expanda para hacer frente a los requerimientos del embarazo, determina que el flujo sanguíneo se reduzca, lo que disminuye la tensión arterial.
- Aumento de sustancias vasodilatadoras circulantes. Por otra parte y con el mismo objetivo, existe un aumento de las sustancias vasodilatadoras que genera el propio organismo, circulando por el torrente sanguíneo.
- Presión del bebé sobre los vasos sanguíneos. A medida que el embarazo avanza, la presión del bebé en determinadas posturas, sobre los vasos sanguíneos puede obstaculizar el retorno venoso y causar una bajada de tensión.
¿Cómo subir la tensión arterial?
Ahora bien, en caso que se te baje la tensión arterial durante el embarazo, hay muchas cosas que puedes hacer tanto para subirla, como para evitar que se te vuelva a bajar.
- Evita incorporarte de repente. Házlo con movimientos lentos para evitar mareos.
- Cambia de postura. Si el embarazo está avanzado es probable que el bebé esté aprisionando los vasos y obstaculizando el retorno venoso.
- Bebe abundantes líquidos. De tal modo, evitarás que descienda el volumen sanguíneo y con él la tensión arterial.
- Haz una dieta completa y saludable, que asegure los nutrientes que tu cuerpo necesita para tí y tu bebé.
- Practica ejercicios regularmente, ya que al hacerlos estimulas la circulación de la sangre.
- No permanezcas en espacios cerrados y poco ventilados.
- Recurre a los remedios caseros, como los que encontrarás en el siguiente video, que ayudan a subir la tensión baja.
Otros síntomas frecuentes en el embarazo
Durante el embarazo se producen muchos cambios en tu organismo para responder a las necesidades de tu futuro bebé, que pueden desencadenar diferentes síntomas. Si bien en general, estos síntomas son transitorios y no tienes por qué preocuparte, conocerlos te ayudará a sobrellevarlos de mejor manera. Además de la tensión baja, los siguientes son algunos de los más frecuentes.
- Dolor de espalda baja. El dolor de espalda baja, asociado generalmente a dolor de riñones, es una de las molestias más frecuentes que acompaña la gestación. En particular, esto ocurre a medida que el embarazo avanza y el bebé pesa cada vez más, tanto causado por las malas posturas, como por los cambios hormonales.
- Gastritis y acidez estomacal. Por otra parte, tanto por causas alimentarias como hormonales no es extraño que durante el embarazo aumente la acidez estomacal o incluso que aparezcan síntomas de gastritis. Ténlo en cuenta para ser más cuidadosa que nunca con tu alimentación. De tal modo, evitarás que tu estómago se resienta y acuse recibo.
- Litiasis vesicular. A primera vista quizás no encuentres relación entre estar embarazada y tener piedras en la vesícula. Sin embargo, diversos estudios dan cuenta que existe una relación entre el embarazo y la litiasis vesicular, que haría más frecuente la aparición de esta, en especial si ya has tenido otros bebés.
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