Graviola y Cáncer: enemigos íntimos
Sus propiedades anticancerígenas
Todas las partes del árbol de la graviola se utilizan en alimentación y medicina natural contra distintas enfermedades y para obtener un mejor funcionamiento del organismo. Sin embargo, destacan especialmente las propiedades de la graviola contra el cáncer.
En las zonas tropicales sudamericanas, donde el árbol crece naturalmente, tanto las raíces como la fruta y sus semillas se han utilizado ancestralmente por sus propiedades en beneficio de la salud.
Entre algunas de esas utilidades, puede destacarse que la fruta y el zumo de fruta se toman para contrarrestar los parásitos, para aliviar fiebres y contra la diarrea. Las semillas machacadas, en tanto, se utilizan contra piojos y gusanos. Mientras tanto, el té se usa para problemas de hígado.
Pero estos destinos de la graviola han cobrado actualmente un cariz secundario frente a su potencialidad anticancerígena. Según los últimos descubrimientos, los parásitos tendrían una importante incidencia en el cáncer y, como dijimos anteriormente, la graviola parece ser un arma eficaz contra ellos.
De acuerdo a las mencionadas investigaciones, todos los pacientes de cáncer están infectados con parásitos, que crean una importante cantidad de tóxicos dentro del cuerpo, con sus excrementos y su orina, haciendo sucumbir las defensas del organismo, que queda descubierto ante el ataque de las células cancerosas.
Por esta razón, la importancia de la graviola frente al cáncer, dada su propiedad desparasitante, cobra día a día mayor importancia. Resultados de estudios efectuados desde 1997 a la actualidad en Estados Unidos, en la Universidad de Purdue, Indiana, en tratamientos de tumores cancerígenos con sustancias presentes en la graviola, han sido altamente positivos, reconfirmando análisis anteriores realizados entre 1941 y 1962.
Varios estudios han demostrado que los extractos de la hoja, corteza, raíz, vástago y semilla de la graviola son antibacterianos, mientas que la corteza tiene además características antimicóticas. Las semillas, en tanto, demostraron también propiedades antiparasitarias.
La investigación sobre este mágico árbol sigue en curso, conociéndose nuevos avances fitoquímicos específicos que están demostrando las características anticancerígenas de la graviola contra casi todos los tipos de este terrible mal.
Un estudio aún no concluido, aportaría indicios acerca de que el uso de la graviola comenzaría a controlar en 48 horas el crecimiento de un tumor. Ante esto, existe mucho interés en la comunidad científica en lograr sintetizar estos productos químicos naturales para incorporarlos en nuevas drogas.
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