Aceite de ajo y de orégano como antibióticos invernales
Ten en cuenta estos dos aliados para las enfermedades del invierno
En invierno hay problemas que se vuelven una constante. Y estas son las enfermedades infecciosas o bacterianas. Un resfriado, un dolor de gargantas, una infección en un oído... Son cosas que se pueden solucionar de la mano de este antibiótico de ajo y oŕegano que podrás conocer aquí.
El invierno es una temporada en donde los inconvenientes de salud están a la orden del día. El frío arrecia, los virus están a la espera, los contagios también y las defensas tienen doble trabajo. Por ende, una infección o una bacteria pueden atacar sin problemas y causar un resfriado, una gripe, una angina y hasta un dolor infeccioso de oído. Por eso mismo, hay que estar alerta.
Los antibióticos suelen ser la respuesta a determinadas enfermedades. De todas formas, no hace falta ir a la farmacia ni fidelizarse con la industria de medicamentos, porque la naturaleza ya ha puesto elementos que pueden resultarte muy provechosos. Una mezcla de aceite esencial de ajo y de orégano puede ser tan efectiva como un remedio, y es completamente natural.
Mezclando en un vaso con agua algunas gotas de aceite esencial de ajo y otras de aceite esencial de orégano te va a venir de maravillas para matar bacterias. Los antibióticos naturales son muy buenos, y este es el caso de estos dos aliados, que pueden ir muy bien para las infecciones y hasta para las anginas, por ejemplo.
Pero, ¿dónde radica el potencial antibiótico de estos aceites esenciales naturales? Por un lado, el de orégano tiene dos elementos que tienen una gran capacidad para evitar que las bacterias sigan reproduciéndose y causando daños. Estos son el timol y cavracol. Estos inhiben el crecimiento bacterial y, además, ayudan también a matar hongos. Por ende, siempre serán bienvenidos.
El ajo tiene su poderío básicamente en una sustancia llamada alicina, que además de tener un gran potencial para aniquilar bacterias e infecciones, también es considerada antioxidante, algo que siempre es bueno para el organismo.
Si no llegaras a contar con estos aceites esenciales o extractos naturales, bien puedes comer el ajo crudo y consumir una infusión de orégano como complemento. Quizás no sean del todo apropiado para casos urgentes, pero sí para dolencias inoportunas y también como elementos preventivos. Así que ya sabes, a tenerlos a mano para que el invierno no te tome por sorpresa.
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