Cuidado de la piel contra la picadura de insectos

Con la llegada del buen tiempo y el calor aparece uno de los problemas para nuestra piel que más molestias causa: las picaduras de mosquitos y otros insectos.

Sabemos que existen cientos de insectos durante todo el año, que no aparecen sólo cuando hace calor. Lo que suele ocurrir es que las altas temperaturas les hacen estar más cerca de nosotros, principalmente porque, somos nosotros los que pasamos más tiempo al aire libre. Especialmente los niños son los más proclives a sufrir picaduras de todo tipo de insectos.

Una de las claves a la hora de prevenir y combatir las picaduras radica en la tendencia de la mayor parte de los insectos –especialmente los mosquitos- de buscar las zonas húmedas y resguardadas de los rayos del Sol, lo que provoca que abunden entre la hierba y la vegetación. Evitar el contacto prolongado con la hierba y los arbustos, así como la cercanía de árboles y enredaderas, etc., es una forma de evitar sorpresas desagradables.

Otra medida importante es evitar la cercanía de lugares con agua sucia o estancada, así como de zonas con abundante basura o desperdicios orgánicos, ya que constituyen el hábitat preferido por los mosquitos. Por otra parte, el sudor de la piel es un imán natural para los mosquitos por las sustancias químicas que desprende, por lo que una buena ducha cuando se está sudado es otro medio de evitar picaduras.

Cuando se produce la picadura de un mosquito es bueno aplicar una crema o loción –preferiblemente hidratante- que calme el ardor y el picor y, sobre todo, evitar rascarse, puesto que, aunque se alivie el picor momentáneamente, a la larga sólo se consigue aumentar la irritación.

En el caso de picaduras de abejas, éstas dejan el aguijón clavado en nuestra piel, por lo que es necesario extraerlo mediante unas pinzas o aguja estériles. También es importante, en estos casos, lavar bien la herida con agua y jabón.