El espino de mar y los arándanos azules, buenos para aumentar el metabolismo

Que existe muchísimo más por descubrir de lo que uno cree del mundo de las plantas, de eso no queda ni la menor duda. Es por esto que no tendría que haber sorpresa cuando se habla de tal o cual nueva propiedad descubierta en cualquier elemento del mundo vegetal.

Si se creía que los arándanos azules y el espino de mar podían llegar a tener buenas propiedades, este reciente estudio realizado conjuntamente en Finlandia por las Universidad de Turku y Oulu, no hace más que alimentar su buena fama.

De un cuerpo de estudio que se basó en 80 mujeres de diferentes edades y condiciones, a las cuales se les suministraron espino de mar (en todas sus clases, desde extracto de sus hojas, hasta sus bayas) y arándanos azules congelados, se pudieron extraer interesantes conclusiones.

La más importante de todas ellas es que, una vez que se midió el metabolismo de los pacientes mediante un aparato de resonancia magnética nuclear, se pudo ver que los resultados fueron concluyentes con respecto a la impresionante acción metabólica que tuvieron estos vegetales, sobre todo en aquellas féminas que ya mostraban sobrepeso.

Según Cheryl Myers, una de las responsables del estudio, "potencialmente, todas las partes del espino de mar son valorables: las partes blandas de sus bayas, que incluyen flavonoides, carotenoides, ácidos grasos, tocoferoles, tocotrienos, fitoesteroles y el aceite de su pulpa". Por ende, los investigadores estaban alertados de sus resultados.

¿Qué son el espino cerval de mar y los arándanos azules?

El espino cerval de mar es una planta cuyo nombre científico es el de Hippophae. Es un arbusto muy común en determinadas zonas de Asia y Europa, que generalmente crece en zonas marítimas. Se caracteriza por tener un bruto con forma de baya. Si bien estas últimas son muy astringentes y algo fuertes, sus propiedades (como está a la vista) suelen ser muy valoradas.

Por su parte, los arándanos azules (vaccinium corymbosum) son muchísimo más conocidos y se pueden conseguir con facilidad en buena parte del mundo. Se destacan por resultar poderosamente antioxidante. Y, como se ve en este estudio, sus beneficios también podrían ir mucho más allá.