Todo lo que tienes que saber sobre el síndrome de West y los espasmos infantiles

Qué son los espasmos infantiles y cómo tratar la enfermedad de West

¿El síndrome de west tiene cura? Conoce las causas, síntomas y tratamientos del síndrome de los espasmos infantiles para estar atento y reconocerlo a tiempo.

La enfermedad de West es un diagnóstico poco común pero que cambia la vida de cualquier niño que lo sufre. Conocer sus síntomas es la mejor forma de prevenir con un tratamiento adecuado o tratar rápidamente en caso que sea necesario.

Qué es la enfermedad de West

La enfermedad de West, síndrome de West (SW) o síndrome de los espasmos infantiles es una alteración cerebral conocida en la medicina como encefalopatía epiléptica dependiente de la edad caracterizada por la tríada electroclínica de espasmos epilépticos que también provoca retraso en el desarrollo psicomotor e hipsarritmia electroencefalograma. Generalmente este largo nombre se reduce a encefalopatía epiléptica, es poco frecuente pero muy grave y suele manifestarse en niños entre los 3 y 6 meses de edad, aunque ocasionalmente los síntomas no aparecen hasta el primer o segundo año de vida.

Causas del síndrome de West

Como todas las enfermedades, el síndrome de West tiene su causas, entre las que se distinguen tres tipos: prenatales, perinatales y postnatales. Sin embargo las causas más frecuentes son las alteraciones de origen genético y orgánico del cerebro, traumatismos, enfermedades neurológicas y más.

Prenatales

  • La causa más frecuente (sobre el 30%) es la displasia cerebral. La esclerosis tuberosa, síndrome de Sturge-Weber, microcegalia congénita y neurofibromatosis están dentro de estas categorías.
  • El síndrome de down, Miller-Dieker y otros trastornos cromosómicos son otras causas prenatales común.
  • Infecciones como el herpes, la rubéola, toxoplasmosis y sífilis.
  • Trastornos metabólicos como el síndrome de Leigh, hiperglucemia y fenilcetonuria.
  • Síndromes congénitos como el Síndrome de Sjögren o síndrome de Smith-Lemli-Optiz.

Perinatales

  • Son las causas a partir de la semana 38 de embarazo y la primera semana a partir del nacimiento.
  • La neurosis neutral, la leucomalacia periventricular, el status marmoratus y la encefalomalacia multiquística son algunas de la causas perinatales.

Postnatales

  • Infecciones como un abceso cerebral, sarampión, varicela, enterovirus, herpes simple y virus Epstein-Barr.
  • Hemorragias y traumatismos con consecuencias como la hemorragia subdural o subaracnoidea.

Síntomas del síndrome de West

El síndrome de West tiene ciertos síntomas que permiten identificarlo y diagnosticarlo. Sin embargo pueden confundirse con otras enfermedades, por lo que la realización de una electroencefalografía es muy importante para detectar de forma temprana del síndrome de West que puede dejar graves secuelas. Conoce un poco más sobre los síntomas que sufre un niño con enfermedad de West.

  • Convulsiones. Convulsiones epilépticas que provocan movimientos descontrolados como consecuencia del exceso de la actividad cerebral. Producen arqueamiento de la cabeza, movimientos de los miembros superiores, contracción de los músculos abdominales, inflexión de piernas y, en algunas ocasiones, alaridos.
  • Atraso en el desarrollo. Un niño que sufre síndrome de West también podría tener dificultades para desarrollarse. El aprendizaje suele ser más lento que el los niños que no lo sufren.
  • Electroencefalograma de hipsarritmia. Son descargas continuas de ondas agudas lentas y de alto voltaje no sinconcrizadas entre los hemisferios cerebrales.

El síndrome de West puede dejar graves secuelas como daños en el cerebro, retraso mental y problemas en el desarrollo psicomotor que le dificultarán caminar, sentarse, mantenerse de pie e incluso hablar.

Cuál es el tratamiento para el síndrome de West

Decir que el síndrome de West tiene cura no es del todo cierto. Los tratamientos para la enfermedad de los espasmos infantiles se centran en controlar los síntomas. Lamentablemente es una enfermedad con la que la persona deberá convivir y que puede dejar graves secuelas a nivel cerebral.

  • Anticonvulsionantes. El síndrome de West tiene un tratamiento que se centra en controlar los espasmos o convulsiones. Siempre bajo control médico se inyectan hormonas y anticonvulsionantes que resultan muy efectivos.
  • Hidroterapia. El calor y los movimientos que puedes realizar bajo el agua son una forma de prevenir y controlar los espasmos. Ayuda a relajar los músculos y todo tu cuerpo. En algunos casos puede revertir completamente los síntomas.
  • Fisioterapia. Recomendada para eliminar secuelas. Ayuda a reducir malformaciones, problemas de motricidad y equilibrio.

Otras enfermedades infantiles

El síndrome West es una enfermedad grave pero poco común. Pero hay otros padecimientos que los niños sufren de forma cotidiana. Conócelos para saber cuándo debes ir al médico.

  • Pata de cabra. También conocida como Mal de Simeón es común en los bebés y parte de la creencia popular. Provoca malestar digestivo, dolor, diarrea y vómitos.
  • La varicela. Es una enfermedad infecciosa y contagiosa frecuente en invierno y en niños entre 4 y 10 años. Provoca dolor de cabeza, fiebre, ganglios inflamados y prurito.
  • Hiperactividad infantil. Los niños hiperactivos necesitan paciencia, afecto, cariño, libertad y la posibilidad de realizar actividades que les gusten y entretangan.

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