Hacer yoga combate el intestino irritable

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno con síntomas como dolor abdominal, gases, hinchazón abdominal. Generalmente se van cuando vas de cuerpo, sin embargo este problema puede provocar tanto diarrea como estreñimiento. Estos síntomas generalmente van y vienen y dependiendo de lo que comas o si te sientes estresado, pueden volverse más intensos.

Si bien algunas veces estos síntomas pueden ser tan fuertes imposibilitándote llevar a cabo una vida normal, la mayoría de las personas tienen síntomas leves, que con un tratamiento pueden mejorar o aliviar. Este síndrome puede ser crónico, pero no lleva a enfermedades más grandes como el cáncer o daños irreparables en el intestino.

Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) son también trastornos crónicos que causan dolor abdominal y diarrea. Hay dos tipos de enfermedades: Chron y Colitis Ulcerosa.

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Para problemas intestinales, un poco de yoga

Un estudio encontró que los síntomas relacionados al síndrome del intestino irritable y las enfermedades inflamatorias intestinales podrían aliviarse practicando yoga. Un grupo de investigadores del Instituto Benson-Henry en el Hospital General de Massachusetts se propuso estudiar la respuesta a la relajación de estos trastornos.

Los especialistas realizaron un programa de capacitación de nueve semanas en técnicas de reducción del estrés con la meditación, el yoga y la oración. Los mismo tuvieron un impacto positivo significativo en la expresión de los genes relacionados a la inflamación y la respuesta del cuerpo al estrés en sujetos con trastornos y enfermedades inflamatorias intestinales.

Varios de los estudios que realizaron dieron como resultado que las técnicas de menejo del estrés y la conexión mente-cuerpo que generan las prácticas de yoga y la meditación son de mucha ayuda para pacientes de enfermedades crónicas inflamatorias intestinales y síndrome de intestino irritable. Ambos son enfermedades crónicas que producen síntomas similares.

El estudio se llevó a cabo en 48 pacientes adultos, 19 con SII y 29 con EII que participaron de los programas de capacitación mencionados anteriormente. Además de las sesiones semanales de capacitación y entrenamiento, los participantes practicaron de 15 a 20 minutos de lo aprendido al día.

Todos los participantes fueron evaluados al comienzo del estudio, en la mitad, al final y tres semanas después. Se realizaron evaluaciones con herramientas estandarizadas para medir los síntomas, el dolor y la ansiedad. Los pacientes de SII y EII notaron mejorías en sus síntomas y menos ansiedad durante el estudio y en las semanas posteriores.