Remedios caseros para dejar de fumar

Dentro de las numerosas propiedades que tiene el aceite de oliva, se encuentra la de colaborar en la lucha que todo fumador emprende para dejar de serlo. Para ello, nada mejor que, en ayunas, tomar algunas gotas (el equivalente a una cuchara pequeña) de aceite de oliva extra virgen. Este aceite, al tener cualidades depurativas, ayudará a ir debilitando los efectos que la nicotina (la sustancia adictiva que contiene el tabaco) imprime en el organismo.

Seguramente cuando ya hayas tomado la decisión de dejar de fumar, sentirás en algún momento unos deseos irrefrenables de recurrir a un cigarrillo. Es algo típico ya que el fumar, en algún momento, se vuelve casi como un acto reflejo y lo que necesitas, en realidad, es calmar esa ansiedad oral de llevarte un tabaco a la boca. Pero di que no. Toma una raíz de regaliz y chúpala. Compra caramelos sin azúcar o busca algo que calme la ansiedad.

Si bien, como puedes ver, existen algunos remedios caseros para dejar de fumar, lo primero y principal es tu actitud y determinación. Y si lo complementas bebiendo mucho agua, haciendo actividad física y tratando de evitar sitios donde la gente fume en exceso, mejor aún. Conoce otros tratamientos para dejar de fumar.