El chocolate negro ayuda a controlar la presión sanguínea

Poco a poco, la ciencia va desmontando uno a uno aquellos falsos mitos que sobre ciertos alimentos había fabricado la creencia popular. El chocolate es uno de esos alimentos.

Una nueva propiedad ha sido descubierta en el chocolate, vilipendiado durante décadas por muchos, convencidos de su culpabilidad en casos de exceso de peso.

En esta ocasión, el descubrimiento ha sido posible gracias a la labor de n grupo de científicos alemanes, quienes han logrado demostrar los beneficios que la ingesta diaria de una pequeña cantidad de chocolate negro –llamado así por su alto porcentaje de cacao, que le da un color más oscuro- opera sobre el control de la presión sanguínea en nuestro organismo.

El experimento, llevado a cabo en la Universidad de Colonia sobre más de 40 varones con hipertensión, consistía en la ingesta diaria de una pequeña porción de chocolate negro o blanco y una completa monitorización de la presión sistólica y diastólica.

Finalizado el periodo de experimentación, se pudo comprobar que los pacientes que habían ingerido chocolate negro mostraban una reducción en su presión sistólica en 2.9 milímetros, así como una reducción también de la diastólica en 1.9 milímetros.

La comparativa con los que habían ingerido chocolate blanco –que no presentaron mejora alguna en este aspecto- permitió confirmar la incidencia de esta clase concreta de chocolate.

En valores absolutos, y en una primera lectura superficial del experimento, pudiera parecer que la reducción observada en la presión sanguínea resulta casi anecdótica, pero el estudio pone de manifiesto que, llevado a un espectro mayor de la población, estos resultados pueden llevar a una reducción en la mortalidad por enfermedades coronarias cercana al 5 por ciento, lo cual no deja de ser realmente interesante.

Por último, los científicos germanos recordaron que, si bien la ingesta de chocolate negro puede producir mejoras, no puede, en ningún caso, convertirse en sustituto de la medicación tradicional.