Dormir tarde y mal engorda

Los hábitos de sueño son determinantes para muchos aspectos de la vida, de eso no hay duda. Dormir ocho horas por día, haciéndolo a un horario prudencial y tratando de aprovechar la noche para conciliar el sueño son aspectos muy importantes para llevar una cotidianeidad saludable. Y, según recientes estudios, también lo puede llegar a ser no engordar de más.

Según una investigación recientemente publicada por la revista estadounidense Sleep, dormir poco, mal y hacerlo a horas tardías puede llegar a ser determinante para que las personas que se someten a esta clase de régimen de sueño aumenten de peso.

Siguiendo lo que se investigó en este trabajo, aquellas personas que se acostaron a las cuatro de la madrugada y que sólo durmieron durante cuatro horas, fueron las que más peso aumentaron durante la semana de investigación.

Todo esto se debería a que en dichas horas de más que permanecieron despiertos, los sujetos estudiados sumaron un número de comidas e ingirieron más cantidad de calorías. Por si fuera poco, las cosas que tomaron en dicho lapso de tiempo de vigilia fueron las más grasas de la jornada.

Andrea Spaeth, parte principal de este estudio, señaló que los resultados fueron incluso algo inesperados: "aunque los estudios epidemiológicos anteriores han sugerido una asociación entre la duración del sueño y la ganancia/obesidad peso, nos sorprendió observar el aumento de peso significativo en un estudio en laboratorio".

Seguramente, a partir de ahora se irán conociendo más aristas en torno a ese que gira entre los horarios, los hábitos y la pérdida/aumento de peso. Ya se sabía que comer temprano puede ser clave para adelgazar. Y ahora todo hace creer que dormirse tarde, con todo lo que esto conlleva, quizás sea una tentación a la gordura. Por las dudas, procura acostarte temprano mientras las presunciones se terminan por confirmar.